Guía de cuidado para tus joyas de oro y diamantes
¡Felicidades, ahora eres el feliz propietario de una joya Lauredi de oro de 18 quilates y diamantes! Pero cuidado, un gran poder conlleva una gran responsabilidad. Aquí tienes algunos consejos para que tu pequeña pieza de eternidad siga brillando como el primer día.
El ritual del baño brillante (porque incluso las joyas necesitan un spa)
- Frecuencia: Dale un baño a tus joyas una vez por semana. Cuanto más las uses, más necesitarán refrescarse (un poco como nosotros después de una sesión de deporte, ¿no?).
- La poción mágica: Una mezcla de agua tibia y jabón lavavajillas suave será suficiente. También puedes optar por una solución especial para joyas si quieres actuar como un profesional.
- La técnica secreta: Sumerge tu joya en este relajante baño durante unos minutos. Luego, armado con un cepillo de dientes suave (¡sí, como el que usas para tus dientes!), frota suavemente para eliminar la suciedad. Enjuaga abundantemente y seca con un paño suave. ¡Ya está, tu joya está lista para su próximo desfile!
- Los enemigos jurados: Evita los productos químicos agresivos como la peste. La lejía, el amoniaco o los limpiadores de cristales son para las joyas lo que la Kryptonita es para Superman.
El arte de la conservación (o cómo proteger tu herencia brillante)
- El nido acogedor: Ofrece a tus joyas un estuche digno de tal nombre. Un joyero forrado de tela será su palacio, protegiéndolas del polvo y los arañazos.
- Momentos de descanso: Tus joyas también merecen unas vacaciones. Quítatelas antes de dormir, hacer deporte o convertirte en un químico aficionado con productos de limpieza.
-